Por una acción climática efectiva y adecuada
El 2025 marcará un momento clave para la acción climática global. De acuerdo con lo establecido en el Acuerdo de París, todos los países deberán presentar nuevas y más ambiciosas Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs). Estas deben trazar una trayectoria global que limite el calentamiento del planeta a 1.5 °C hacia finales de siglo, lo que implica reducir, de acuerdo con el IPCC, al menos un 43 % de las emisiones globales para 2030 y un 60 % para 2035.



Este umbral no es arbitrario: es la delgada línea entre un futuro aún posible y uno marcado por pérdidas irreversibles, conflictos sociales y profundización de las desigualdades.
En este contexto, la generación de las NDCs 3.0 es esencial. Necesitamos impulsar transformaciones profundas justo cuando la ventana de oportunidad se reduce y las emisiones siguen aumentando.
Sin una acción colectiva y contundente, cada día nos alejamos más de garantizar ecosistemas resilientes, justicia climática y bienestar comunitario. Cumplir con las NDCs no es solo una obligación moral: es una urgencia política y una necesidad práctica, especialmente en regiones vulnerables como América Latina.
Con esto en mente, te invitamos a conocer cómo están avanzando los países de América Latina y el Caribe en la construcción de sus nuevas NDCs.
¿Cuán transformadoras y pertinenentes son las NDCs?
Vivimos un punto de quiebre climático. Las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) siguen en aumento debido al uso excesivo de combustibles fósiles. A la par, la destrucción de bosques y ecosistemas acelera el cambio climático.
¿Por qué es grave?
Porque el aumento de la temperatura global provoca eventos extremos, migraciones forzadas, pérdida de condiciones de habitabilidad y amenaza la seguridad alimentaria en regiones históricamente productivas. El futuro exige transformaciones profundas en los modelos económicos, financieros, energéticos y sociales.
Adaptarse y actuar ya no es opcional: es un imperativo global.
¿Qué hacer?
Es urgente diseñar e implementar NDCs más ambiciosas, que apunten a un mundo más justo, resiliente y alineado con el límite de 1.5 °C. En la COP28, a través del Balance Mundial (Global Stocktake – GST), los países acordaron directrices clave para orientar esta tarea.
Este proceso no puede depender de esfuerzos aislados. El sistema multilateral debe garantizar compromisos mucho más ambiciosos, con decisiones claras para su implementación y mejora continua.
En 2025, la campaña Nuestro Desafío Común: NDC’s se propuso monitorear estos procesos y evaluar su calidad, gracias al trabajo colaborativo de organizaciones de la sociedad civil en toda la región.
¿Qué aspectos se analizaron?
El análisis regional incluye cinco ejes esenciales para evaluar la ambición, equidad y efectividad de los nuevos compromisos climáticos:

Elementos críticos: lo que el GST pidió y lo que las NDCs están (o no) incorporando
El Global Stocktake identificó elementos indispensables para una acción climática efectiva y justa. Evaluamos si las nuevas NDCs incorporan:

Cabe señalar que estos “elementos críticos” no son opcionales: son indispensables para que las NDCs estén a la altura del momento histórico que estamos atravesando y del diagnóstico del GST.