Isidora Vania Cubillos Ruiz, tiene 25 años y es de Santiago de Chile. Tiene una licenciatura en Ciencias Políticas y realizó estudios de maestría en Gobernanza Internacional y Diplomacia; especializada en transversalización de la igualdad de género en la agenda internacional y climática.
Isidora es consiente de que Chile es uno de los países más vulnerables al cambio climático a nivel global, cumpliendo con 7 de los 9 criterios de vulnerabilidad establecidos por la CMNUCC.
“Este contexto ha influido directamente en mi activismo ambiental y de género, impulsándome a luchar por soluciones que no solo aborden la crisis climática, sino que también enfrenten las profundas inequidades sociales que la agravan, particularmente en mi país y en América Latina”, comenta.
Isidora Vania Cubillos Ruiz, comenta que su contexto sociocultural “ha moldeado profundamente su visión sobre los temas ambientales”.
“En Chile, las desigualdades sociales son evidentes, y lamentablemente, el medio ambiente no suele ser una prioridad en las políticas públicas. Esta realidad me ha hecho ver cómo las comunidades más vulnerables son también las que más sufren los impactos del cambio climático, y es algo que no podemos ignorar”.
Isidora es finalista de Operación COP y este año acompañara a su delegación a la Conferencia de las Pertes (COP).
¿CÓMO Y CUÁNDO TE INTERESASTE POR LOS TEMAS AMBIENTALES Y CLIMÁTICOS?
Mi interés por el medio ambiente comenzó en la escuela, donde descubrí cómo las relaciones humanas impactan en la naturaleza. En la universidad, este interés se transformó en activismo, impulsado por una visión interseccional de los desafíos ambientales. Comprendí que los efectos del cambio climático no pueden separarse de factores sociales, culturales, geográficos y de género.
Durante ese tiempo, coordiné una escuela socioambiental en la que abordamos temas como el cambio climático, el consumo responsable, la energía, la alimentación sostenible, las ciudades verdes, y el papel del Estado en el desarrollo social. A través de un manual autogestionado, creamos espacios de discusión profundos, fortaleciendo mis habilidades de liderazgo y ampliando mis conocimientos. Convocamos a más de 300 personas que hoy son agentes de cambio en sus comunidades.
Más tarde, trabajé en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en América Latina y el Caribe, como especialista en género y medio ambiente, asesorando a líderes políticos en proyectos enfocados en promover un desarrollo sostenible.

¿QUÉ MENSAJE TENDRÍAS PARA LOS LÍDERES POLÍTICOS Y EMPRESARIALES DE HOY?
Es momento de un liderazgo que sea inclusivo, justo y comprometido con la acción climática. Los desafíos actuales no conocen fronteras, y líderes de todos los sectores deben marcar la diferencia. La responsabilidad de incrementar la ambición climática recae en sus manos, y es urgente traducir las palabras en acciones concretas y sostenibles.
Los logros no pueden medirse solo en el corto plazo; debemos pensar en el legado que dejaremos a las futuras generaciones. La clave es construir un mundo más equitativo y sostenible, donde el bienestar de todos sea una prioridad. Es el momento de un liderazgo colectivo, comprometido en dejar un entorno más justo para las generaciones venideras.
¿CÓMO VES TU PAPEL EN LA COP 29 Y DE QUÉ FORMA VAS A CONTRIBUIR A LOS OBJETIVOS CLIMÁTICOS DE TU PAÍS?
En la COP 29, mi meta es apoyar los objetivos climáticos de Chile mediante la incorporación de la perspectiva de género en las políticas ambientales y en la adaptación al cambio climático.
Mi enfoque está en garantizar que las estrategias climáticas aborden no solo los desafíos ambientales, sino también las desigualdades sociales que afectan la vulnerabilidad de comunidades enteras. Espero contribuir a políticas que integren la perspectiva de género para mejorar la resiliencia y asegurar que las comunidades más afectadas tengan voz en las decisiones.
¿DE QUÉ MANERA CREES QUE LA PARTICIPACIÓN DE VOCES JUVENILES DE AMÉRICA LATINA PUEDE INFLUIR EN LAS NEGOCIACIONES CLIMÁTICAS GLOBALES Y QUÉ MENSAJE DESEAS LLEVAR A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL?
La participación juvenil de América Latina es crucial en las negociaciones climáticas. Esta región es una de las más afectadas por el cambio climático, y su juventud debe ser escuchada y representada. Mi mensaje a la comunidad internacional es claro: necesitamos que las juventudes tengan un papel activo en las decisiones, porque el futuro que se negocia hoy es el que les tocará vivir a ellos.

¿CÓMO IMAGINAS EL FUTURO?
Imagino un futuro donde el cambio climático es un problema superado, gracias a la colaboración de todas las generaciones y una acción global decidida. En este mundo, hemos reducido nuestras emisiones y protegemos los ecosistemas con un enfoque ecocéntrico, entendiendo nuestra interdependencia con la naturaleza. La perspectiva intergeneracional ha sido clave: jóvenes y adultos colaboran activamente, conscientes de que las decisiones actuales afectan profundamente a quienes heredarán el planeta. Las políticas se construyen en conjunto con comunidades, jóvenes y grupos históricamente marginados. En este nuevo mundo, el bienestar de cada ser humano está conectado al bienestar de todos.
FUERA DE TU ACTIVISMO EN POLÍTICA CLIMÁTICA, ¿CUÁLES SON ALGUNAS DE TUS PASIONES?
Además de mi activismo en política climática, soy una apasionada defensora de la igualdad de género. Me interesa cómo las desigualdades de género se relacionan con los problemas ambientales, y busco visibilizar estas conexiones.
También amo el buceo, una actividad que me conecta profundamente con la naturaleza y la biodiversidad marina. Explorar los océanos me ha enseñado la fragilidad de estos ecosistemas y la urgencia de protegerlos.
Finalmente, disfruto viajar. Conocer diferentes culturas y contextos socioculturales enriquece mi visión del mundo, ampliando mi comprensión sobre la diversidad y los desafíos globales.
