Mi nombre es Fátima Abril Zúñiga Vázquez, tengo 21 años y soy originaria de la comunidad Tzotzil de Venustiano Carranza, Chiapas, México. Actualmente, estudio Ingeniería en Recursos Naturales Renovables y soy combatiente voluntaria en la lucha por la protección de nuestro planeta.

En entrevista Fátima Abril Zúñiga Vázquez, finalista de Operación COP 2024, confiesa que “su camino no siempre fue claro”:
Mi camino no siempre fue claro. En 2021, antes de iniciar la universidad, me sentía perdida. No sabía exactamente hacia dónde quería dirigir mi futuro. Sin embargo, al elegir una carrera relacionada con el medio ambiente, descubrí algo más que un campo de estudio: encontré mi pasión. Desde niña, siempre observé el mundo con curiosidad, y fue esta cualidad la que me llevó a involucrarme en las grandes problemáticas de hoy: el cambio climático, la pérdida de nuestro patrimonio biocultural, la contaminación, la degradación de ecosistemas y sus consecuencias sociales. Crecer rodeada de naturaleza me permitió ver, año tras año, cómo este entorno precioso se deterioraba ante nuestros ojos.
¿QUÉ MENSAJE TENDRÍAS PARA LOS LÍDERES POLÍTICOS DE HOY?
La vida está llena de perspectivas diferentes, cada una tan valiosa como la otra. La diversidad cultural y ambiental que tenemos es un tesoro del que debemos aprender, cuidar y proteger. Ser un líder no significa tener poder sobre los demás, sino entregar nuestro poder para que todos seamos escuchados. Cuando no escuchamos activamente, perpetuamos los problemas. A los líderes que toman decisiones les diría: escuchen a nuestras comunidades, a nuestros pueblos originarios y actúen con base a sus demandas y peticiones.
¿CÓMO VES TU PAPEL EN LA COP 29 ? Y QUÉ TEMAS O POLÍTICAS ESPECÍFICAS TE APASIONA MÁS DEFENDER?
Ser parte de estos espacios donde puedo alzar mi voz no es solo un privilegio, es una responsabilidad. La oportunidad de defender nuestro futuro no solo me pertenece a mí, sino a todos los jóvenes que sueñan con un mundo mejor. Inspirar a otros, compartir lo que sabemos, es construir un impacto positivo que se multiplica. Mi mayor motivación es trabajar por la biodiversidad y las comunidades indígenas de México, sé que un desarrollo sostenible es posible si lo hacemos juntos.

¿DE QUÉ MANERA CREES QUE LA PARTICIPACIÓN DE VOCES JUVENILES DE AMÉRICA LATINA PUEDE INFLUIR EN LAS NEGOCIACIONES CLIMÁTICAS GLOBALES? ¿QUÉ MENSAJE DESEAS LLEVAR A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL?
Las juventudes de América Latina tenemos mucho que aportar. Nuestra perspectiva es única y crucial en las negociaciones climáticas internacionales, porque compartimos una herencia ancestral que nos conecta con la tierra y entre nosotros. Merecemos estos espacios donde podamos proponer soluciones y defender lo que creemos justo, formando alianzas globales para enfrentar estos retos mediante el compromiso y la cooperación.
HABLANDO DE TU CONTEXTO SOCIOCULTURAL , ¿CÓMO HA INFLUIDO TU ORIGEN O TU COMUNIDAD EN TUS PUNTOS DE VISTA SOBRE TEMAS AMBIENTALES Y CÓMO LLEVAS ESAS PERSPECTIVAS A TU ACTIVISMO?
Haber crecido en una comunidad indígena y luego salir de mi hogar para estudiar fue un despertar. Fuera de mi burbuja, me encontré con estereotipos, con enormes brechas sociales, y con una realidad sociocultural que me impulsó aún más a entender y proteger esa relación vital entre el ser humano y la naturaleza. Mis estudios son la herramienta que ahora utilizo para buscar soluciones a estos problemas y ser parte del cambio.
¿CÓMO IMAGINAS EL FUTURO?
Sueño con un mundo donde trabajemos unidos para superar los desafíos. Un lugar donde prevalezcan los valores, la conciencia, la empatía y el respeto por todas las formas de vida.

FUERA DE TU ACTIVISMO, ¿CUÁLES SON TUS PASIONES O HOBBIES?
En mis momentos libres, disfruto leer, escalar montañas y tocar el piano. Estas pequeñas pasiones son mi recordatorio de que, incluso en los momentos más difíciles, hay belleza en este mundo por la que vale la pena luchar.